La presión arterial es un proceso que ocurre en la sangre donde se produce una fuerza que es ejercida en el líquido para que este sea capaz de moverse por todo los sistemas del cuerpo humano.
Esta presión cuenta con dos tipos importantes que surgen por alteraciones, estos tipos son la presión diastólica y la presión sistólica.
¿Qué es la presión?
La presión es la fuerza que es realizada en un cuerpo con el fin de que este sea movilizado, apartado o comprimido. La presión implica un peso y una fuerza que son capaz de producir la opresión y compresión ente dos o varios cuerpos, sean líquidos o no, con el fin de causar un cambio en ellos.
En el cuerpo existe una presión conocida como presión arterial o presión sanguínea, esta es la presión que se encarga de ejercer una fuerza en la sangre con el fin de movilizarla por las venas y articulaciones hasta los órganos, de esta manera se le aporta oxígeno y nutrientes a los sistemas para que logren funcionar correctamente.
La presión sistólica
Se conoce como presión sistólica a aquella presión arterial que se encuentra en su máxima expresión, este tipo de fuerza ocurre cuando los ventrículos se contraen. Esta presión también es conocida por ser la fuerza que se ejerce en la sangre y en las arterias cuando el corazón late con una gran velocidad.
Características de la presión sistólica
La presión sistólica es uno de los niveles que pertenecen a la presión arterial y cuenta con una serie de características importantes, estas características son las siguientes:
- Al momento de realizarse esta presión los vasos sanguíneos se contraen.
- Según va envejeciendo la persona es importante medir con más frecuencia esta presión ya que es peligrosa.
- Esta presión hace que se contraigan los latidos en el ventrículo izquierdo del corazón.
Es importante mantener la presión arterial es su rango normal y, a su vez, mantenerla con un cuidado natural para evitar enfermedades y graves problemas en la salud de las personas.